Pensé que sería interesante para algunos esto que es lo que dije en una ponencia que di en febrero del 2008 dentro de unas jornadas internacionales (con participación de vascos e indígenas de la Amazonia ecuatoriana) en Gasteiz (Euskal Herria/País Vasco). El nombre de las jornadas era La Educación Intercultural y la Cooperación al Desarrollo. Lo que dije aquí está orientado a la recuperación del náhuat; traté de resumir los conceptos básicos y los elementos esenciales de una iniciativa de este tipo. Mi charla se llamaba:
Unas reflexiones
programáticas para las iniciativas de recuperación lingüística
Empecemos por definir "recuperación lingüística", o sea recuperación de una lengua. ¿Qué quiere decir recuperación? Veamos qué dice el diccionario de la Real Academia Española. Recuperación es la acción o el efecto de recuperar o recuperarse. ¿Y recuperar?
recuperar. Volver a tomar o adquirir lo que antes se
tenía.
recuperación. Acción y efecto de recuperar o
recuperarse.
(Real Academia Española, Diccionario de
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Volver a tener lo que antes se tenía: pensemos en esto. Quiere decir que después de tener X, se ha
dejado de tener X, y ahora se vuelve a tenerlo: se recupera. Por lo tanto, cuando hablamos de recuperar el náhuat (por ejemplo), estamos hablando de algo que implica dos procesos, que se mueven entre tres puntos o "estados límite":
TENER
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…pérdida…
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NO
TENER
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…recuperación…
|
VOLVER
A TENER
|
↑
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No tiene sentido hablar de recuperar el náhuat salvo si previamente ha sucedido la pérdida del náhuat. A lo mejor no se ha perdido completamente, puede haberse perdido sólo parcialmente, pero ha habido una pérdida: por eso podemos hablar de una recuperación. Y una manera de entender lo que significa la recuperación es como la inversión de ese proceso de pérdida. Desandarlo. Reconquistarlo. Recuperarlo.
Recuperar es invertir un
proceso de pérdida.
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Según la Real Academia, recuperación es la acción y el efecto que produce la acción. ¡No olvidemos la palabra acción! Porque la recuperación es un proceso (igual que la pérdida), pero no es un proceso que pueda suceder "así nomás", espontáneamente, dado que los factores que nos condujeron a la pérdida seguirán llevándonos a la pérdida si no los neutralizamos o los contrarrestamos. No nos engañemos sobre la naturaleza de la pérdida y la recuperación. Recuperar el náhuat no es como caminar por la calle un día mirando nuestros pies cuando, ¡qué suerte!, encontramos un billete de cien mil dólares. No se "gana" la recuperación de una lengua como quien gana la lotería, por suerte. No hay suerte que valga para recuperar el náhuat. No depende de la suerte, depende de nosotros. La recuperación es la acción y el efecto de recuperar, y si no
se actúa, no habrá efecto. No habrá una recuperación si no sabemos esto:
Si no se hace nada, se
perderá todo.
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Ahora volvamos a pensar en ese proceso de pérdida de la lengua, porque es importante entender qué pasó para que así tengamos una clara idea de qué puede suponer el proceso de desandar la pérdida de la lengua y recuperarla. Preguntémonos pues:
Cuando se perdió la lengua, ¿a
quién afectó esta pérdida? A una comunidad entera. Esa comunidad se llama la comunidad lingüística, que originalmente coincidía con un pueblo unido por su lengua común. Pero cuando se va perdiendo terreno, cuando va menguando y sólo quedan algunos que conservan la lengua, esa comunidad lingüística (el conjunto de los hablantes) es la que está perdiendo porque es su lengua que se pierde. La lengua es de los que la hablan.
¿Qué fue la causa de esta pérdida? Esta es una pregunta difícil de contestar porque sin duda ocurrió a causa de la combinación de muchas cosas, no una sola. Fue el resultado de muchos factores.
¿Qué fue la causa de esta pérdida? Esta es una pregunta difícil de contestar porque sin duda ocurrió a causa de la combinación de muchas cosas, no una sola. Fue el resultado de muchos factores.
¿Cuándo ocurrió? Una cosa sabemos de seguro: no pasó de la noche a la mañana. Fue (o es, si sigue sucediendo) un proceso gradual que se va desarrollando durante un período más o menos
largo.
¿Quién fue responsable? Es muy dudoso que podamos señalar a una persona o a un grupo pequeño y decir: lo hicieron ellos. Fueron las acciones de muchas personas, que tuvieron que ver todas con lo que pasó con la lengua. Lo hizo mucha gente.
Por estas razones, podemos
decir que la pérdida de la lengua no ha sido una operación individual sino un
fenómeno social; no un solo acto o
evento sino un proceso; no la
consecuencia de un solo hecho sino el resultado de muchos factores; y no el problema de unos pocos sino algo que afecta a toda la comunidad. Resumiendo:
La pérdida de la lengua propia…
- es un proceso
- social
- causado por muchos factores
- y que afecta a la comunidad entera.
Todas estas cosas son interesantes porque al hacer el perfil del proceso que proponemos invertir, sabremos tal vez que tiene que haber en su "antídoto": la recuperación de la lengua. Y así es. En pocas palabras, que luego vamos a explorar en más detalle, la recuperación de una lengua será:
- un proceso
- participativo
- que involucre muchos factores
- emprendido por la comunidad.
La recuperación es un proceso…
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Igual
que la pérdida de una lengua, la recuperación lingüística es un hecho histórico; algo que sucederá. No se puede ni se debe definir
la recuperación como un "proyecto". (Ojo, instituciones gubernamentales o académicos que, de pronto, despertarán un día anunciando que ellos tienen el proyecto de recuperar o revitalizar el náhuat. ¿Acaso saben qué significa eso?) Puede haber muchos proyectos que
tratan de contribuir a la recuperación de una lengua. Un proyecto tiene un autor, un presupuesto,
una institución que lo patrocina, una agenda temporal y unos objetivos
específicos. Puede haber proyectos para
(apoyar) la recuperación. No puede haber un proyecto de recuperación, porque la recuperación es un proceso que va más allá de ningún proyecto.
La recuperación es un proceso participativo…
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Igual
que es la sociedad entera la que pierde su lengua, toda la sociedad es capaz de
recuperarla. La participación en la recuperación lingüística es abierta a todos; además, necesita de
todos. Cuantas más personas participen, más se recuperará, porque:
- Primero, porque la lengua es algo que cuando se usa, vive y se tiene, y cuando no se usa, se muere y se pierde.
- Segundo, porque la lengua es algo que no existe sino a nivel social, ya que su razón de ser es para funcionar como medio de las relaciones sociales.
- Tercero, porque hace falta el esfuerzo de todos para lograr la recuperación de algo que es de todos.
La recuperación involucra
muchos
factores…
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Una
lengua se empieza a perder cuando se deja de usar, y se inverte la pérdida y
empieza la recuperación cuando se vuelve a usar. Una lengua que siempre se usa es una lengua sana. El uso no es un
factor de la recuperación: ¡el uso es
la recuperación! Es el medio y el objetivo. Pero ¿qué determina el uso de la
lengua? La respuesta es que NO HAY UN SOLO FACTOR sino que es la combinación de
muchos factores. Ninguno de los siguientes elementos y acciones es responsable
por sí solo por la salud de una lengua viva, pero todos influyen (¡no es una
lista exhaustiva!):
ÁREAS DE ACCIÓN
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EJEMPLOS DE DESARROLLO:
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enseñanza del idioma
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enseñanza en el idioma
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materiales didácticos
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documentación lingüística
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codificación lingüística
y estandarización formal
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vinculación con aspectos
de la cultura
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actividades sociales
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literatura
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expresión artística/estética
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campañas de
concienciación
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educación general y capacitación
técnica
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recursos infraestructurales,
de equipo y económicos
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estructuras organizativas
autónomas
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Y debe ser protagonizada
por la comunidad…
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Cuando
la lengua se pierde, el sujeto del verbo "perder" es la comunidad
lingüística que pierde su lengua. Por lo tanto, cuando la lengua se recupere,
el sujeto del verbo "recuperar" será el mismo: la comunidad que
recupera su propia lengua, la lengua que perdía o que temía perder.
Sin
embargo, hay una diferencia importante dado que en la pérdida lingüística,
entre los múltiples factores y causas pueden predominar los externos, fuerzas que vienen desde fuera
de la comunidad. Sin embargo, el único
motor posible de la recuperación lingüística es la propia comunidad interesada.
Esto no excluye la posibilidad, e incluso la conveniencia o la necesidad en
algunas circunstancias, de un apoyo desde fuera, siempre que éste se ponga al
servicio de la dinámica de recuperación y se desvincule, por lo tanto, de
cualquier agenda de las fuerzas externas responsables por la propia pérdida que
se propone contrarrestar.
Ahora bien, por muy necesaria que sea la ayuda desde
fuera de la comunidad interesada, habrá que insistir en no sacrificar la
participación de miembros de esta última en los proyectos, acciones e iniciativas
en pro de la recuperación tanto a nivel de gestión como de ejecución.
Si faltan
recursos (y por desgracia siempre faltan), hay que buscar los recursos que lo
posibiliten.
Si falta capacitación dentro de la comunidad (cosa también casi
segura), hay que incorporar a los proyectos previsiones para la introducción de
tal capacitación, no sólo pensando en la preparación de miembros de la
comunidad para las tareas inmediatas previstas sino, además, en consideración
del objetivo de que, a través de lo que estos individuos aprendan y de la
experiencia que logren a través de su trabajo, se ha de posibilitar que de aquí
en adelante la comunidad tenga cada vez más capacidad para organizar, ejecutar
y continuar el proceso continuo de la recuperación colectiva de su lengua
por medio de todos los tipos de acción que sean necesarios, con o sin más ayuda
desde el exterior de la comunidad.
Gasteiz, 28 de febrero de 2008
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