Me fascinan los idiomas en general y siento una atracción especial hacia los que han sido maltratados por la historia, la sociedad o las circunstancias y luchan por hacerse conocer y respetar o incluso simplemente por sobrevivir. Puedo hablar algunos, he estudiado otros, conozco algo de la situación de algunos más. Y tengo el privilegio de haber podido conocer de cerca e incluso desde muy "dentro" los procesos de recuperación de dos en concreto: el euskeray el náhuat.